lunes, 4 de marzo de 2013

PASEAR BAJO LA LLUVIA


Hoy no se puede subir a la Mesa Mota. Desde la Vega apenas se la distingue oculta en medio del agua y la niebla. Desde arriba, supongo, apenas se vislumbra  La Laguna.  El temporal que azota Canarias desde la tarde de ayer y que nos trae en vilo con suspensión de las actividades docentes incluidas, lo vivimos de una forma diferente cada uno de nosotros. A mí, a pesar del viento, me ha sugerido la romántica idea de pasear bajo la lluvia. Pocas cosas hay tan sugerentes como pasear bajo la lluvia en San Cristóbal de La Laguna al cobijo de un paraguas como se aprecia en esta foto de Luis Auyanet, publicada por I Love La Laguna.

Bajo la lluvia, uno  se siente  parte de la Naturaleza; bajo la lluvia, la naturaleza de uno se vuelve romántica. Deambulas por las calles cogidito al paraguas, salpicando en los charcos, esquivando las goteras, respirando aire frío, exhalando humedad. Los pensamientos se vuelven nostálgicos y se aferran al paraguas del recuerdo: aquella vez que nos besamos; aquella otra que nos separamos; aquella que, cogidos de la mano, salpicábamos los mismos charcos……..

De vez en cuando te asomas al cielo, retirando suavemente el paraguas, por ver si una estrella te espía desde arriba. Por ver si esa estrella sigue tus pasos iluminando tus pensamientos, alimentando tus recuerdos, consagrando tus utopías. Y pasas junto a una chocolatería que vomita su ración de gente ahíta de churros con chocolate que no te apetecen. Miras de reojo a tu estrella y sigues de largo buscando aquella cafetería que tantos recuerdos te trae. Entras e, inconscientemente te diriges al fondo, junto a la ventana con vistas a la calle donde tantas veces se sentaron a saborear un café; donde tantas veces sus ojos miraban al infinito, tal vez buscando esa estrella que ahora te acompaña; donde tantas veces sus ojos, en tus ojos se posaban. Entonces recuerdas que su mirada tenía los efectos del café: revelaban,  desvelaban y alborotaban tus sentimientos…..

Afuera, la lluvia sigue cayendo de manera incesante; los charcos siguen aumentando su volumen; el frío te espera agazapado en las esquinas……. Y la estrella, escondida entre las nubes, titila esperando tu salida para seguir paseando bajo la lluvia, mientras recuerdas los versos de Neruda "La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".  

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